miércoles, 25 de noviembre de 2015

PSOL-2012
Año VI N°286 Boletín semanal del Partido Solidario 24 de Noviembre 2015
DECLARACIÓN DEL PARTIDO SOLIDARIO
Ante el resultado electoral
No cabe duda que el triunfo electoral de la alianza que proclamó a Mauricio Macri como Presidente constituye una derrota circunstancial para el Proyecto Nacional, Popular y Democrático iniciado el 25 de Mayo de 2003.
Nuestro Partido saluda a todo el pueblo argentino por la realización de un acto eleccionario impecable y transparente. Como parte del espacio kirchnerista, también saludamos a quienes con el voto defendieron un modelo de país soberano e inclusivo, y a la militancia que pese a la gran ofensiva ideológica de los sectores reaccionarios batalló cada voto en la calle, los parques y las plazas, y advirtió el peligro que se cernía sobre nuestro pueblo.
Lamentablemente, por un muy pequeño margen, la derecha logró su cometido. Sin embargo, el análisis no puede agotarse en los votos obtenidos por el Presidente electo y en su figura, sino que debe ser abarcativo de lo que se expresó en el 48,6% del electorado que respaldó a Daniel Scioli y en la plural configuración del Parlamento Nacional, los poderes provinciales y las intendencias.
La realidad indica que el nuevo Presidente no asumirá con el camino totalmente allanado para arrasar las conquistas logradas en todos los ámbitos, tanto en política nacional como internacional. Deberá tomar debida nota de la existencia de un Congreso Nacional en el cual el Frente para la Victoria y sus aliados, dentro de los cuales nos encontramos, continuará siendo la mayoría con quórum propio en la Cámara de Senadores y la primera minoría en Diputados. Además, en cuanto a las provincias, un complejo y variado arco expresa una realidad que lógicamente lo obligará a negociar. Somos conscientes de que se inicia una nueva etapa que sin duda estará colmada de contradicciones y disputas. Incluso, ante esta configuración no podemos descartar que se alienten divisiones hacia el Frente para la Victoria que faciliten luego la labor de la coalición de la derecha...
Leer Más
Memoria, Verdad y Justicia
Más ajustes Abrazo al Central 
Memoria, Verdad y
Justicia
Más ajustesAbrazo al Central
Repudio. Ante la pintada intimidatoria realizada en La Casa de la Memoria y la Vida (ex Centro Clandestino de Detención Mansión Seré/ Atila), en la localidad bonaerense de Castelar, días previos al balotaje, el diputado Juan Carlos Junio repudió el hecho y señaló que lleva “a una lógica política distinta a la que ha prevalecido en las últimas décadas, muy particularmente en los últimos doce años, de una buena convivencia democrática. Es preocupante”.

Viejas recetas. “El Fondo Monetario Internacional continúa con sus recetas de liberalización y ajuste. En un reciente informe expresa las perspectivas económicas para el continente bajo el título «Las Américas: ajustando bajo presión»”. Así comienza su panorama semanal para Tiempo Argentino el diputado Carlos Heller. Y agrega: “El organismo internacional sigue con las mismas recetas de los noventa, pero con un nuevo léxico, utilizado para enmascarar sus políticas habituales”.

Antidemocrático.  Distintos actores sociales y políticos realizaron un abrazo simbólico al Banco Central para expresar su repudio al allanamiento ordenado por el juez Claudio Bonadio, en el marco de una denuncia realizada por Cambiemos. “La actuación del cuestionado juez Bonadio fue un acto antidemocrático, ya que lo motiva un interés político electoral y avasalla a una institución de gran importancia y prestigio. Su presidente Alejandro Vanoli actuó de acuerdo a la ley y a lo establecido por la Carta Orgánica”, sostuvo el diputado Juan Carlos Junio.
Audio  Leer Más  Leer Más



Boletín Semanal del Partido Solidario - Buenos Aires - Argentina
Suscripción / Remover

www.partidosolidario.org.ar

miércoles, 11 de noviembre de 2015

PSOL-2012

Balotaje 2015

Envío Especial
Suscripción
 / Remover
www.partidosolidario.org.ar

Argentina: el voto en blanco es un voto por el imperialismo – Atilio Borón

10105
Quisiera decir algunas pocas palabras en torno al debate suscitado acerca de la conducta que la izquierda debe seguir ante el balotaje del 22-N. Los sectores identificados con las distintas variantes del trotskismo y algunos independientes se han manifestado de forma rotunda a favor del voto en blanco. Otros, que militamos en el amplio y heterogéneo campo de la izquierda, pensamos que en esta coyuntura concreta -alejada del terreno más confortable e indoloro de los discursos y los papers académicos- el voto por Scioli es, desafortunadamente, el único instrumento con que contamos para impedir un resultado que sería catastrófico para nuestro país, para las perspectivas de la izquierda en la Argentina y para la continuidad de las luchas antiimperialistas en América Latina. Sería bueno que hubiese otro instrumento político para detener a Macri, pero no lo hay. El voto en blanco ciertamente no lo es.
Quienes postulan el “votoblanquismo” señalan que en el balotaje del 22-N se enfrentan dos candidatos de la burguesía que se mueven en la cancha de la derecha, como correctamente señala Eduardo Grüner en su respuesta a la intervención de Mabel Thwaites Rey que disparara este debate. Es cierto, pero eso no quita que aún así esa caracterización general sea de nula utilidad a la hora de hacer política. Porque, ¿no eran acaso políticos burgueses Raúl Alfonsín, Ítalo Luder y Herminio Iglesias? ¿Cómo ignorar las diferencias que existían entre ellos? Tomemos un ejemplo. En un caso, juicio y castigo a las Juntas Militares, con todas sus idas y venidas, y con las contradicciones propias de la política pequeño burguesa del partido Radical; en el otro, autoamnistía de los militares genocidas ratificada por ley del Congreso y desenfreno macarthista a cargo de Herminio y sus patotas, continuando con la siniestra obra de la Triple A. Obvio, ni Alfonsín ni Luder aspiraban a construir una sociedad socialista, o siquiera a iniciar una transición hacia el socialismo, como recordaba Salvador Allende. Pero, ¿no eran significativas esas diferencias para la izquierda, pese a que todos eran políticos burgueses? Me parece que sí. Ejemplos de este tipo abundan a lo largo de la historia, y sería un ejercicio ocioso traerlos ahora para ilustrar esta discusión. Perón también era un político burgués, al igual que José P. Tamborini, su contendor en la crucial elección presidencial de 1946. Ambos también se movían en el campo de la derecha, pero a pesar de ello había algunas diferencias, nada menores por cierto, que la historia posterior se encargó de demostrar de modo irrefutable.
En la coyuntura actual el indiscriminado repudio al binomio Macri-Scioli adolece de la misma falta de perspectiva histórica y de rigor analítico. Son, sin duda, dos políticos que juegan en la cancha del capitalismo. Uno, Macri, es un conservador duro y radical; el otro, Scioli, se inscribe en una tradición de conservadorismo popular de viejo arraigo en la Argentina. Macri llega a los umbrales de la Casa Rosada apoyado por una impresionante colección de fuerzas sociales y políticas del establishment capitalista local, sin ninguna organización popular que se haya manifestado en su apoyo. En otras palabras, como indica Gramsci, al identificar la naturaleza de una coalición política es preciso conocer, con la mayor precisión posible, la naturaleza de clase y la organicidad de sus apoyos. A Macri lo respaldan todas las cúpulas empresariales de la Argentina, comenzando por la AEA (Asociación Empresaria Argentina) y siguiendo con casi todas las demás; lo apoyan las capas medias ganadas por un odio visceral hacia todo lo que huela a kirchnerismo, la oligarquía mediática, la Embajada de Estados Unidos y es él quien completa, desde esta parte del continente, el tridente reaccionario cuyas otras dos puntas son nada menos que Álvaro Uribe y José María Aznar. No es casual que su candidatura cuenta con el respaldo de las principales plumas de la derecha latinoamericana: Mario Vargas Llosa, Carlos A. Montaner, Andrés Oppenheimer, Enrique Krauze y todo el mandarinato imperial. ¿Y Scioli? Su candidatura ha sido respaldada por los sectores empresariales menos concentrados, las pymes, sectores medios vagamente identificados con el “progresismo”, una multiplicidad de organizaciones y movimientos sociales –inconexos y heterogénos pero aún así arraigadas en el suelo popular- y estos apoyos hacen que suscite una cierta desconfianza de los poderes mediáticos y el bloque capitalista dominante porque es obvio que no podrá gobernar sin atender a los reclamos de su base social. Un dato que puede parecer una pequeña nota de color pero que no lo es: poco después de las PASO Scioli viaja a Cuba y se reúne durante cuatro horas y media con Raúl Castro; Macri, en cambio, llama por teléfono al Embajador de Estados Unidos, en línea con lo que Wikileaks demostrara que tantas veces hiciera en el pasado. Dirán los “votoblanquistas” que estas son meras anécdotas, pero se equivocan. Remiten a algo más de fondo. Sólo que hay que saber mirar.
De lo anterior se desprende que la consigna del voto en blanco es una forma de eludir las responsabilidades políticas de la izquierda en la hora actual. Cualquiera de los proponentes de esta opción sabe muy bien que con Macri lo que se viene es una política de ajuste y de violenta represión del movimiento popular (los incidentes del Borda o el violento desalojo del Parque Indoamericano son botones de muestra de ello), mientras que Scioli muy probablemente seguirá con la política kirchnerista de no reprimir la protesta social. Y no me parece que para cualquier militante de izquierda esta sea una diferencia insignificante. Por otra parte, podría entenderse la razonabilidad de la consigna “votoblanquista” si, como ocurría con los radicales de finales del siglo diecinueve, cuando se rebelaban contra el fraude y proponían la abstención revolucionaria no votaban pero se alzaban en armas y seguían una estrategia insurreccional, como ocurriera en 1890, 1893 y 1905. O como hicieran los peronistas durante los años en que su partido fue proscripto, que propiciaban el voto en blanco pero en el marco de una estrategia que contemplaba múltiples formas de acción directa, desde sabotajes hasta atentados de diverso tipo. Los “votoblanquistas” de hoy, en cambio, no proponen otra cosa que el burgués repliegue hacia su intimidad y dejar que el resto de la ciudadanía resuelva el dilema político que nos hereda doce años de kirchnerismo. La consigna del voto en blanco es estéril, porque no va acompañada por alguna acción de masas de repudio a la trampa de Macri-Scioli: no hay convocatoria a ocupar fábricas, a cortar rutas, invadir campos, organizar acampes, bloquear puertos o algo por el estilo. Esto es política burguesa en toda su expresión: no me gusta, no me convence, no elijo nada, me retiro y luego veré que hacer. Me retiro del juego institucional y tampoco tengo una estrategia insurreccional de masas: es decir, nada de nada.
¿Será posible construir una opción de izquierda a partir de esa actitud? ¡No, de ninguna manera! Entre otras cosas porque habría que discutir las razones por las cuales luego de más de treinta años de democracia burguesa las izquierdas no hemos todavía sido capaces de construir una sólida alternativa electoral. ¿Cómo es posible que aún hoy estemos penando para superar el 2 o el 3 % de la votación nacional? ¿Por qué el Frente Amplio pudo llegar a la presidencia en el Uruguay, igual que el PT en Brasil, el MAS en Bolivia, el FMLN en El Salvador, mientras que en la Argentina nos debatimos todavía en la lucha para superar un dígito? Aquí no hubo un Plan Jakarta, como el que en Indonesia exterminó en pocos meses a más de medio millón de comunistas; ni un baño de sangre -hablamos siempre desde la reinstauración de la democracia burguesa en 1983, no antes- o una feroz persecución a la izquierda como la que todavía hoy martiriza a Colombia. Es cierto que el peronismo, en todas sus variantes, incluido el kirchnerismo, siempre trató de impedir el crecimiento de la izquierda, o en el mejor de los casos, acotarlo dentro de límites muy precisos. Pero no hubo en la Argentina posterior a 1983 nada similar a lo de Indonesia o Colombia. Y sin embargo, producto de nuestro sectarismo, nuestro ingenuo hegemonismo, de estériles personalismos y falta de unidad no tenemos gravitación en las grandes coyunturas en las que se define el destino de la nación. Creo que ha llegado el momento de avanzar en esa dirección y refundar una izquierda seria y plural, inmunizada contra el facilismo consignista que constantemente anuncia la inminencia de una revolución que nunca llega, con vocación de poder y voluntad de ser protagonista y no víctima de nuestra historia. Claro que si llegara a ganar Macri todo esto sería muchísimo más difícil de llevar a la práctica.
Una última reflexión, que no puedo acallar: estoy asombrado al comprobar como lúcidos pensadores del marxismo “votoblanquista” elaboran sesudos argumentos sin jamás haber pronunciado la palabra “imperialismo”. Se habla de una elección crucial no sólo para la Argentina sino para toda América Latina y la palabrita no aparece. Tampoco se habla de Raúl, de Fidel, de Chávez, de Maduro, de Evo, de Correa, de Sánchez Cerén, de Daniel Ortega. No se habla de las ochenta bases militares que Estados Unidos tiene en la región o de la ofensiva restauradora lanzada por Washington para retrotraer la situación sociopolítica de América Latina al punto que se encontraba el 31 de Diciembre de 1958, en vísperas de la Revolución Cubana. ¿Qué clase de análisis de coyuntura es este que prescinde por completo de la dimensión internacional y que ignora olímpicamente al imperialismo? Todo parecería ser un ejercicio puramente académico, descomprometido de las urgencias reales del momento actual y por completo ajeno a lo que en el marxismo se entiende por análisis de la coyuntura. En cambio, la importancia continental de la elección de Macri no pasó desapercibida para un agudo observador de la política latinoamericana, y protagonista también de ella, como el ex presidente brasileño Fernando H. Cardoso, un ex marxista que se olvidó de muchas cosas menos de lo que significa el papel del imperialismo y la correlación internacional de fuerzas. En una esclarecedora entrevista que le concediera al diario La Nación (Buenos Aires) el domingo 1° de Noviembre, decía que una derrota del kirchnerismo en la Argentina facilitaría la resolución de la crisis en Brasil; es decir, pavimentaría el camino para la destitución de Dilma Rousseff. Agregaba, además, que “si una victoria de la oposición en la Argentina repercutiera además en las elecciones legislativas de Venezuela (el 6 de diciembre), /sería una maravilla. Porque en Venezuela tampoco se puede seguir así” Precisamente, de lo que se trata es de evitar tan “maravilloso” resultado y //para eso hay que impedir la victoria de Macri, apelando al único instrumento disponible para ello: el voto a Scioli. Sería mejor disponer de /otro, pero es lo único que hay. Y votar en blanco contribuiría a lograr el “maravilloso” efecto anhelado por Cardoso.
La existencia de una izquierda indiferente ante la presencia del imperialismo en la vida de nuestros pueblos es uno de los rasgos más asombrosos y deprimentes de la escena nacional. Esa izquierda debería tomar nota de lo que dice el ex presidente brasileño para caer en la cuenta del significado que tendría el triunfo de Macri el 22-N, mismo que trasciende con creces los límites de la política nacional. La propuesta del “votoblanquismo” revela una perniciosa mezcla de dogmatismo y de provincialismo que explica, al menos en parte, la crónica irrelevancia de la izquierda. Esto no es nuevo: el trotskismo, en todas sus variantes, siempre manifestó un profundo rechazo hacia las “revoluciones realmente existentes”. Nunca aceptó a la Revolución Cubana y experiencias como las del chavismo, la boliviana o la ecuatoriana han sido permanente objeto de sus enojosas diatribas, sólo comparables a las que disparan los agentes de la derecha. Cultivan la malsana ficción de una revolución que sólo existe en su imaginación; una revolución tan clara y límpida, y ausente de toda contradicción, que más que un tumultuoso proceso histórico se parece a un teorema de la trigonometría. Por eso son implacables críticos de la Revolución Rusa, la China, la Vietnamita, la sandinista, aparte de las arriba mencionadas. Su concepción de la revolución no es dialéctica ni histórica sino mecánica: la revolución es un acto, un acontecimiento, cuando en realidad es un proceso. Es el desenvolvimiento de la lucha de clases, en un trayecto erizado de violencia y signado por momentos de auge y estancamiento, de avances y retrocesos. Celebran como una hazaña de la clase obrera la conquista de un centro de estudiantes y vomitan su odio contra las “revoluciones realmente existentes”, siempre procesos contradictorios, conflictivos y, según esta visión, invariablemente traicionados por sus líderes. Esta incomprensión, de la que jamás adoleció Trotsky, los convierte–y a pesar de sus protestas- en aliados del imperio, en su desesperado afán por acabar con gobiernos que Washington considera objetivamente antiimperialistas pero que nuestros “votoblanquistas” vituperan como una muestra de la traición a los ideales del socialismo. Y para el imperialismo y sus secuaces, para Álvaro Uribe –el gran socio de Macri- la victoria del PRO y Cambiemos significará un golpe durísimo, tal vez fatal, a los procesos emancipatorios en curso en la región. Debilitará a la UNASUR (que frustró dos golpes de Estado contra Evo y Correa) y la CELAC; hará del Mercosur un apéndice de los TLC y del Tratado TransPacífico; incorporará a la Argentina a la Alianza del Pacífico (nuevo nombre del ALCA); congelará (o tal vez romperá) relaciones con Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador y, de acuerdo con Washington, apoyará a los grupos que pugnan por derribar a esos gobiernos; y tratará de que la Argentina, como hizo recientemente Colombia, reingrese a la OTAN. Esto no es una suposición, no es algo que Macri podría eventualmente llegar a hacer sino un resumen de las declaraciones en las que anunció cuáles serían las líneas directrices de su política exterior. Aún cuando Scioli quisiera seguir por ese mismo camino, las fuerzas políticas y sociales que lo apoyan plantearían enormes obstáculos a su accionar, y no sólo en el terreno internacional sino también en la política económica. ¿Cómo puede un sector de la izquierda argentina ser indiferente ante esta fenomenal regresión política que el triunfo de Macri produciría en el tablero de la política internacional? ¿Qué quedó del internacionalismo proletario y de la solidaridad con la luchas de los pueblos hermanos? ¿Cómo se puede predicar la abstención o el voto en blanco frente a una situación como la que hemos descripto? Francamente, no lo entiendo. Ojalá que estas líneas sirvan para llamar a la reflexión a los compañeros que proponen el voto en blanco y a caer en la cuenta de todo lo que está en juego el 22-N, que trasciende de lejos la política nacional. Por eso ratificamos la validez del título de esta nota: votar en blanco es votar en línea con las políticas del imperialismo; es votar por el imperialismo y nadie en la izquierda puede actuar de esa manera.

lunes, 9 de noviembre de 2015

NOTISOL - Boletin del Partido Solidario Nº284

PSOL-2012
Año VI N°284Boletín semanal del Partido Solidario9 de Noviembre 2015
Sincericidio. Parte II 
“Lo de Prat-Gay me parece un nuevo «sincericidio». Es llamativo porque cuando uno escucha a Macri puede pensar que lo asesoran mal, pero Prat-Gay no está mal asesorado, directamente tergiversa la realidad con mala fe”, sostuvo el diputado nacional Carlos Heller al ser consultado sobre las declaraciones del vocero económico de Cambiemos, Alfonso Prat-Gay, quien expresó: “Con nuestra propuesta, lo que va a suceder es que subirá el dólar oficial, que prácticamente no afecta a nadie”.
Tras enumerar los impactos que tendría la devaluación en el mercado interno nacional, recordar las políticas contracíclicas implementadas por el gobierno y la deslegitimación de los argumentos que se expresan en la campaña del Frente para la Victoria por parte de los medios de comunicación hegemónicos, Heller agregó: “No es «la campaña del miedo», el problema es que Macri no dice la verdad acerca de qué haría si fuera gobierno, ni lo que pasaría si aplicara las políticas que defiende”. A pocos días del balotaje presidencial, Heller llamó a defender las conquistas económicas, sociales y culturales obtenidas durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y señaló que esos logros no están asegurados con cualquier gestión.
 Leer más
Sincericidio. Parte II
Néstor Kirchner y CFK en Plaza de Mayo en 2008. Lo que pasó en los últimos 12 años no tiene nada que ver con todo lo que pasó en los 30 o 40 años anteriores en Argentina, sostuvo Heller.
Opciones claras e irrevocables 
En su columna de opinión para Tiempo Argentino, el diputado Juan Carlos Junio hizo un recorrido por los sucesos más importantes que tuvieron lugar durante el mes de noviembre, “que nos llevan del pasado al presente y de Oriente a Occidente, en un intenso vaivén ideológico y cultural”. Y para cerrar, sostuvo: “Asumimos con convicción y optimismo el reto de sostener el rumbo de dignidad, soberanía y justicia social que soñaron los fundadores de la Patria, que a lo largo de nuestra joven historia retomaron consecuentemente muchos hombres y mujeres, y que viene siendo reafirmado en todo el continente y en nuestro país desde el 25 de mayo de 2003. Las opciones son claras y, en esta circunstancia, irrevocables: continuidad de progreso social para las mayorías y nación soberana; o «cambiar» hacia atrás, lo cual es un contrasentido no sólo semántico, sino que lo sería también en la vida cotidiana de cada ciudadano. La última palabra la tiene el pueblo”.
 Leer más
El gran deschave de la oposición
“Si tuviéramos que intitular las expresiones en materia económica de los candidatos y sus referentes de esta semana, diríamos que estamos ante un gran deschave”, comenzó su columna de economía para El diario del domingo, el diputado Juan Carlos Junio. Tras analizar las declaraciones de Juan José Aranguren -directivo durante décadas de la empresa angloholandesa Shell- quien, de acceder a la presidencia Mauricio Macri, estaría al mando de la política energética de la Nación; las de Alfonso Prat-Gay (ex JP Morgan y albacea de Amalia Lacroze de Fortabat) acerca de la liberalización del dólar y las del “economista estrella” del macrismo, Carlos Melconian, respecto a los fondos buitre, el legislador señaló: “Estos señores son verdaderos «farabutes». Se parecen más a aquellos lacayos, sirvientes que acompañaban a sus amos ya sea a pie o a caballo”.
 Audio
El gran deschave de la
oposición
Macri-Melconian. El economista estrella del macrismo se sinceró y dijo que se opone a que a determinados “fondos se los denomine buitre, porque son personas de buena voluntad, compraron títulos para ahorrar”.
El gran desafío
En su último panorama para Tiempo Argentino el diputado Carlos Heller se refirió al papel de los monopolios mediáticos, las organizaciones empresariales en clara sintonía con los referentes económicos de la alianza Cambiemos. “El relato de los grandes medios monopólicos es que se quiere meter miedo en contra de Macri. Es la forma de encubrir las verdaderas posturas de los equipos de Cambiemos, que han sido expresadas en gran cantidad de oportunidades. En realidad, lo que realmente mete miedo, y por lo que deberíamos preocuparnos los argentinos, es la posibilidad de que estas políticas pudieran llegar a aplicarse. Evitar este peligro es el gran desafío que los argentinos tenemos por delante”.
 Leer más
Territorios
Esta semana la sección se completa con microprogramas radiales que analizan los dos modelos en disputa que se enfrentan en el balotaje del próximo 22 de noviembre. En primer lugar, el diputado porteño Edgardo Form reflexionó acerca de lo que dice y lo que hace el Jefe de gobierno de la Ciudad. Mientras que el dirigente Gustavo Nagel examinó los verdaderos planes de Macri comparando su gestión al frente del Ejecutivo porteño y lo que haría si fuese elegido Presidente.
CABA | CABA
A 10 años del
NO al ALCA
Petriella
Ángel Petriella
Secretario de Relaciones Internacionales PSol
La emergencia de nuevos liderazgos en la región, con sus perfiles emancipadores, intentando nuevos patrones de gobernanza y puesta en valor de los Estados destruidos por la ola neoliberal, el retorno de la política y no de la mera sumisión a los organismos y corporaciones trasnacionales constituyeron el gran telón de fondo de la IV Cumbre de la Américas. Néstor, Chávez y Lula compartieron la visión estratégica de que resultaba imperativa una ruptura radical con el paradigma de “relaciones carnales” con la gran potencia imperial del Norte. El ALCA significaba la legitimación de todo lo que precisamente había que destronar y remplazar para caminar hacia un nuevo rumbo. El NO significó un gran golpe para dejar en el pasado el modelo neoliberal sustentado en la apertura indiscriminada de nuestras economías, en la desregulación total, el endeudamiento endémico y la glorificación de las privatizaciones. El NO significó un apalancamiento de la búsqueda de una democracia al servicio de los pueblos, más participativa, más equitativa y esencialmente soberana. El NO encarnó la recuperación del trabajo y del mercado interno como factores de crecimiento y desarrollo. El NO le puso signos de admiración y acentos de todo tipo al concepto de integración regional con perfiles de Patria Grande, la misma con la que soñaron nuestros próceres. La celebración hoy es sinónimo de compromiso, pues la disputa está abierta y la contraofensiva de la derecha es nacional y regional. Después de una década de grandes transformaciones en materia política y de ampliación de derechos, estamos viviendo momentos de aguda confrontación entre quienes pretendemos sostener lo conquistado y profundizarlo y quienes pretenden la más salvaje restauración neoliberal. El mejor homenaje a aquella gesta sorprendente es no bajar las banderas y defender con toda la fuerza posible lo logrado por nuestros pueblos. 
Conideaspropias
NotiSol
Facebook PSol
Boletín Semanal del Partido Solidario - Buenos Aires - Argentina
Suscripción / Remover

www.partidosolidario.org.ar

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Pregunta:

PSOL-2012
 
Balotaje 2015
Envío Especial
Suscripción

www.partidosolidario.org.ar

NOTISOL - Boletín semanal del Partido Solidario Nº283

PSOL-2012
Año VI N°283Boletín semanal del Partido Solidario2 de Noviembre 2015
Por el proyecto popular 
“Sólo uno de los dos proyectos propone creíblemente ir por más democracia y equidad distributiva, por más ampliación de derechos, por más soberanía económica e integración regional, por más salud, educación y trabajo para todos, por el fomento a las PyMes del campo y la ciudad, para profundizar la industrialización, sustituir importaciones y fortalecer el mercado interno, lo que significa trabajar por una Argentina que crezca y se desarrolle de manera integral y solidaria en beneficio de su pueblo y no de los sectores del privilegio, de la exclusión y de la sumisión a los grandes grupos de poder concentrados tanto locales como trasnacionales”, sostuvo en su panorama semanal para Tiempo Argentino el diputado Carlos Heller al referirse a lo que está en juego en el balotaje del 22 de noviembre. Tras repasar algunas de las declaraciones de intención de los referentes económicos de la alianza Cambiemos, Heller subrayó: “en resumen, lo que está en juego en el balotaje son dos proyectos políticos, económicos, sociales y culturales antagónicos. Una instancia electoral en la cual el abstencionismo o la «neutralidad» son funcionales al proyecto de la derecha más tradicional”.
 Leer más
Por el proyecto popular
Para muestra basta un botón. Entre las leyes que los diputados macristas votaron en forma negativa están: la recuperación de YPF y Aerolíneas Argentinas, la movilidad jubilatoria, la anulación de las AFJP y el regreso al sistema solidario de previsión social; no apoyaron la ley de reproducción médica asistida ni el voto a los 16 años, entre otras.
El  sentido del cambio 
“Tras las brumas discursivas, el cambio macrista no es otra cosa que la pérdida de las conquistas de estos años kirchneristas de progreso y más justicia social para los trabajadores y las clases medias”, sostiene el diputado Juan Carlos Junio en su columna de opinión para Tiempo Argentino. “Hay que decirlo crudamente: los avances alcanzados no son eternos ni están asegurados. No está escrito en ningún dogma que serán para siempre. Son el resultado de políticas deliberadas para llegar a esas metas, muchas de ellas soñadas por anteriores generaciones que por ese sueño pagaron con 30.000 vidas”, continúa. Y cierra diciendo: “Para sostener esas conquistas, vamos con la firmeza y la determinación de siempre a defender el presente y el futuro, convocando a votar por la fórmula kirchnerista Scioli-Zannini”.
 Leer más
La economía dice lo suyo
En su columna de opinión para El diario del domingo, el diputado Juan Carlos Junio analizó algunos indicadores económicos -como el crecimiento del PIB, del consumo interno y de la industria en el tercer trimestre del año- y al referirse al resultado de las elecciones del domingo 25 señaló: “Los que festejaron de lo lindo el repunte macrista fueron los señores de la Bolsa. El lunes pasado subieron hasta las nubes las cotizaciones, las acciones de las grandes empresas, y especialmente subieron las acciones de los bancos. Con esta euforia bolsista, la city ya eligió su presidente, para ellos debe ser Mauricio Macri. Habrá que pensar si lo que es bueno para los banqueros es bueno para los trabajadores, las clases medias y las mayorías sociales de la Argentina”.
 Audio
La economía dice
lo suyo
Crecimiento. De acuerdo al Estimador Mensual Industrial (EMI), en septiembre la industria creció un 0,7, y si bien en el año todavía arrastramos una caída del 0,6, durante el último trimestre no ha parado de crecer el rubro industrial, muy particularmente el alimenticio, sostuvo Junio.
Dos visiones de Nación
“Si algo queda en claro, tras los resultados de la elección del domingo 25, es que la pugna está dada por dos modelos de país y cada uno de esos países está representado por una persona distinta. De un lado, Daniel Scioli, desde el Frente para la Victoria, y del otro, Mauricio Macri, por Cambiemos”, comienza su microprograma radial el diputado porteño Edgardo Form, donde analiza el accionar del candidato de la alianza opositora en la Ciudad de Buenos Aires. “Y no hay que ir a la teoría para demostrar cuán cierto es esto de los dos modelos. Basta con repasar acciones, dichos y ver cuestiones prácticas para demostrarlo. Desde lo macro hasta lo mínimo quedan en evidencia esas dos visiones de Nación”, sostiene Form.
 Audio
Territorios
En uno de sus últimos microprogramas radiales el dirigente Gustavo Nagel analiza los dos modelos en pugna que están en juego en el balotaje del 22 de noviembre. Mientras que el equipo del Partido Solidario de Capilla del Monte realizó la presentación pública de su plataforma de gobierno en el Centro Español de esa localidad cordobesa.
CABA | Córdoba
Hasta la victoria
Ernesto Giacomini
 Ernesto Giacomini
La Gorini
PSol CABA
El PSol milita incansablemente ante la instancia de balotaje que impone el resultado electoral del 25 de noviembre. Desde el lunes 26, los jóvenes solidarios salimos con todo; hicimos pintadas, pegamos afiches, pusimos mesas y tocamos timbres por las comunas de la Ciudad para interpelar a la ciudadanía, llevando nuestro mensaje: la única opción para continuar con los logros de los últimos 12 años es que la fórmula Scioli-Zannini sea electa el próximo 22 de noviembre.
En estos días rememoramos dos momentos muy simbólicos en la vida política del país: se cumplieron 5 años del fallecimiento de Néstor y 10 años del “No al ALCA”. Dos hechos que se relacionan en todo sentido con esta década ganada y -entendemos- revitalizarán la memoria de todos los que acompañaron este proyecto y el 25 por alguna razón dejaron de hacerlo. Hace 10 años decíamos “NO al ALCA”, hoy decimos “NO a MACRI”.
Está en juego la continuidad de un proyecto nacional, popular y democrático que incluyó a través del trabajo, la cultura, la educación, la recuperación y generación de nuevos derechos y la distribución de la riqueza; que incluyó a través de un Estado a favor del pueblo y no de las corporaciones, que hizo bandera y cuerpo de la lucha por los derechos humanos y el enjuiciamiento a los genocidas de la dictadura y sus cómplices civiles-económicos. La alternativa a este proyecto no es otra cosa que la restauración conservadora de la derecha neoliberal que hundió al país en el infierno con un modelo político económico que hizo estragos en la sociedad en los ’90 y estalló en la crisis económica y social de 2001.
Macri es ajuste, deuda, desempleo, represión, recorte de salarios y jubilaciones, es devaluación, apertura indiscriminada de la economía y cierre de fábricas, es privatización, impunidad, deterioro de la educación y la salud pública. Es el retorno a los ´90. Por eso, llamamos a nuestros militantes a redoblar esfuerzos, dialogando con todos los que haga falta para que el 22 triunfe el proyecto político que mayor bienestar trajo al pueblo argentino desde la recuperación democrática. Porque sabemos lo que está en juego y no queremos volver a los ’90, el 22 Scioli-Zannini para la Victoria.
Conideaspropias
NotiSol
Facebook PSol
Boletín Semanal del Partido Solidario - Buenos Aires - Argentina
Suscripción / Remover

www.partidosolidario.org.ar