viernes, 29 de agosto de 2014
domingo, 24 de agosto de 2014
Sobre Buitres y Caranchos...
Para reírnos un poco (y no llorar mucho...) de la postura que decidió tomar la oposición en Argentina sobre el tema de la negociación con los fondos Buitres
sábado, 23 de agosto de 2014
NOTISOL - Boletín del Partido Solidario Nº 223
Año V N°223 | Boletín semanal del Partido Solidario | 22 de Agosto 2014 |
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viernes, 22 de agosto de 2014
20-08-2014 - Juan Carlos Junio en A24 - Tercera Posición, debate con Federico Sturzenegger
Ante la pregunta sobre "de que lado estamos?" Siempre respondemos que estamos del lado de nuestro Pueblo, de su gente honrada, trabajadora, culta, donde se destacan referentes como nuestro querido compañero el Diputado Juan Carlos Junio, fiel reflejo de los dirigentes que componen el PARTIDO SOLIDARIO, eticos, comprometidos con La Argentina y que sobre todo no le mienten al ciudadano y resisten cualquier archivo! No es el caso de Federico Sturzenegger exponente de los cuadros de la derecha mentirosa generadora (entre otros crimenes) del historico y constante endeudamiento de nuestro pais, y el empobrecimiento de su gente.
jueves, 21 de agosto de 2014
INVITACION ESPECIAL!
JUAN MARTIN GUEVARA EN SAN ISIDRO
Sede Martinez de UBA - PRIMER PABELLON 1º piso Aula 18
Cordoba y Lima - Martinez - San Isidro - Bs. As.
miércoles, 20 de agosto de 2014
Apropiación de Guido: “Olavarría está viviendo un terremoto”
Claudia Rafael es una periodista que vivió muchos años en la ciudad bonaerense. En la charla, describe el entramado cívico-militar detrás de la apropiación del nieto de Estela de Carlotto.
Por Enrique de la Calle para la Agencia Paco Urondo
APU: Estuvo siguiendo el caso de la apropiación de Ignacio Guido. ¿Cuáles son las líneas de investigación que trabajó?
Claudia Rafael: Con respecto a la entrega del chico ya no quedan casi dudas sobre la participación de Francisco “Pancho” Aguilar. Quien constata el nacimiento es el ginecólogo Julio Sácher, un médico de la policía (ver partida). Lo que resta establecer son las líneas militares posibles. En un artículo publicado en Miradas al Sur (realizado junto a Silvana Melo) describimos cuatro líneas.
APU: ¿Cuáles son?
CR: Empiezo por la que para nosotros habría que descartar: la de Luis Máximo Prémoli, que fue jefe del Regimiento de Olavarría en los 60 y que después fue pareja de Amalia Lacroze de Fortabat, dueña de Loma Negra. Para la época del nacimiento de Ignacio Guido el rol de Prémoli era otro, estaba abocado a otro tipo de cuestiones. Nos inclinamos por las otras tres líneas: son tres nombres de militares que estuvieron en Olavarría. Por un lado, está Filiberto Salcelini, que llegó a ser asesor de Camps en la provincia de Buenos Aires. Él llegó a Olavarría en los 60 y se casó con una mujer de una familia encumbrada de la ciudad. Ese nombre aparece vinculado con los casos de muchos militantes que fueron secuestrados durante la dictadura. Algunos terminaron en el Centro de Monte Pelloni.
APU: ¿Verdura y Cristoferetti son los otros dos nombres?
CR: Sí. Ignacio Verdura fue jefe militar en la zona entre el 75 y el 77. Se fue de Olavarría 6 meses antes del nacimiento de Guido. Remite a una posible vinculación con La Cacha, en La Plata, donde estuvo secuestrada Laura y donde posiblemente nació Guido. Hay un caso de un abogado desaparecido en Olavarría, José Pepe Pareja: según el testimonio de una testigo, fue visto en La Cacha. Él fue secuestrado por gente que respondía a Verdura. La cuarta línea es la de Benjamín Ernesto Cristoferetti, que fue un militar que se formó en el Regimiento de Olavarría. Ahora está muy enfermo en el Hospital Militar central. Su rol tiene que ver con el área de Inteligencia. Fue, por ejemplo, asesor durante el golpe militar en Bolivia en los 80, el golpe de los narcogenerales. Por esa razón, Abuelas (entre otros organismos de DD. HH.) criticó su pliego de ascenso en 1986. Todas estas son las líneas posibles. Puede ser que además haya vínculos entre las diferentes hipótesis.
APU: ¿Qué participación tienen en esta historia los padres “adoptivos” de Guido?
CR: Ignacio Guido en todo momento preserva a sus padres “adoptivos”, todo el tiempo rescata que fue criado con mucho amor. En todo momento cuando se le pregunta sobre los Hurban, dice que prefiere mantener eso en el ámbito de la privacidad. Ellos eran los puesteros de Pancho Aguilar, seguramente no podían tener hijos biológicos y Aguilar le habrá ofrecido un chico que consiguió a partir de sus vínculos muy aceitados con sectores militares.
APU: Es conocida la solicitada que muchas personalidades de Olavarría (empresarios, deportistas, periodistas, dirigentes políticos) sacaron en su momento defendiendo a Verdura. También es conocido el modo en que el diario El Popular despidió con elogios a Pancho Aguilar cuando murió. ¿Cuál cree que es y será el impacto de este caso en la ciudad?
CR: El impacto es como un estallido, como un terremoto, que no terminó. Va a seguir generando movimientos estructurales de aquí en más. Esto recién empezó. Pensemos en una Ciudad donde un chico crece con una identidad falseada, que fue inscripto por uno de los médicos más conocidos, que en su inscripción figura el domicilio de una propiedad que pertenece a un dueño de estancias, dueño de canteras, campeón de hipismo, un hombre perteneciente a esa burguesía algo tosca, propia de ciertas ciudades donde se entremezcla el agro y la piedra, como es el caso de Olavarría. Pensemos en los nombres que aparecieron en esa solicitada: ahí tenemos a los nombres fundantes de la ciudad. Entre los firmantes hay periodistas encumbrados de la época, empresarios destacados, con la connivencia de los diarios locales El Popular y Tribuna, la radio LU32. Todos los medios tuvieron una actitud de connivencia. Ese es el terremoto que está atravesando Olavarría y que se va a profundizar. En un mes empieza el juicio por el Centro de Monte Pelloni y ahí van a aparecer más cosas.
APU: ¿Cómo cubrieron los medios locales el caso de Ignacio Guido y este entramado de complicidad civil y militar?
CR: Nuestra investigación se publicó en tramos en el diario El Popular. A los medios les cuesta asumir el relato y la crónica de todo esto. Es mucho lo que hay que revisar, hay mucho que mirar adentro. Los medios fueron parte de todo esto, como ocurrió en todo el país. No hubiera sido posible el terrorismo de Estado si no hubiera habido una sociedad complaciente a muchas cosas y medios que sostenían ideológicamente ese terrorismo. Sería ilusorio pensar en medios con otras posturas.
martes, 19 de agosto de 2014
Luis Bruschtein : "Ya están aquí!"
Escenario de Oesterheld, la batalla es en Buenos Aires. Están adentro, con solicitadas, declaraciones, cierre de empresas, denuncias truchas, buscando aliados, grietas, desgastando. Quieren cobrar, quieren hacer volver a la Argentina al negocio ruinoso de la deuda. Hubo un fallo atravesado en Estados Unidos que los favoreció. Después el mismo juez les hizo otro regalo para bloquear en Nueva York los pagos de la deuda reestructurada. Esos triunfos les costaron una fortuna en lobbies y voluntades compradas. Pero aun así, no pueden cobrar. El gobierno argentino se resiste a pagar porque no puede contravenir sus propias leyes.
Entonces el teatro de operaciones cambió. Ahora el obstáculo está acá, en el Gobierno, que ha logrado consenso internacional para amortiguar las repercusiones del no pago, y también les resulta molesto que el tema se haya instalado en la agenda de la sociedad y no haya quedado restringido, como antes, al círculo áulico de los economistas que quieren romper la reestructuración soberana para volver al sobreendeudamiento. Círculo que ha provisto históricamente de ministros de Economía a la mayoría de los gobiernos civiles y a todos los gobiernos militares.
La presión se empezó a sentir, se expresó en forma explícita en una solicitada que publicaron los diarios La Nación y Clarín, pero también establecieron vasos comunicantes con posiciones locales que tienen los mismos intereses. El fondo Aurelius, socio de NML de Elliott Management en el juzgado neoyorquino de Thomas Griesa, fue amenazante: “Ahora viene lo peor para Argentina”.
La frase de Aurelius tiene reverberancias para el hombre de la calle. Suena a 2001, amenaza con la híper, derrumbe de empresas y fuentes de trabajo. Aunque crean inquietud, la paradoja es que esas catástrofes se produjeron cuando se les hizo caso a los fondos o sus equivalentes –llámense organismos financieros internacionales o ministros neoliberales– que aconsejaban endeudarse sin límite, y no como ahora, que se tomó un camino diferente. Si ese camino se hubiera seguido antes los argentinos ni sabríamos que existen Aurelius ni NML Elliott.
En un contexto económico internacional difícil, Argentina se resistió a pagar en los términos de los fondos buitre. La tierra no tembló, no hubo sobresaltos extraordinarios del dólar ni del MerVal. El infierno anunciado no se produjo. Pero los medios opositores hicieron su trabajo. Exageraron el cierre de locales y empresas y asustaron con altos y repentinos niveles de desempleo. En realidad, el consumo se mantiene, no existe la epidemia de locales cerrados ni hay un aumento del desempleo. El Ministerio de Trabajo dijo que el nivel de conflictividad es igual o menor al de 2012 y 2013.
Pero en medio de las solicitadas y las amenazas de los fondos buitre y de la campaña subterránea de los medios opositores, la imprenta industrial Donnelley, una de las más importantes, anunció la quiebra y que dejaba en la calle a más de 400 trabajadores. El jueves, Cristina Kirchner explicó que el Gobierno denunciará a la empresa por quiebra fraudulenta “porque el cierre de la empresa sólo busca generar temor”. En su directorio tiene un lugar relevante el fondo Blackrock, que sustituyó a NML Elliott en las posiciones que dejó cuando empezó sus hostilidades contra Argentina. Declaró una quiebra a pesar de tener ganancias millonarias y logró hacerlo en tiempo record. La pidió un viernes y se la dieron el lunes.
Todas las economías centrales están paradas. En algunas se detuvo el crecimiento, en otras, como Alemania y Japón se achicó el PBI. Brasil se ralentó y la economía argentina resiente esos coletazos. Pero las dificultades provienen de esta crisis mundial y no de las amenazas de los fondos buitre. La industria automotriz tiene problemas, pero la industria gráfica no ha sido afectada. La problemática de la autopartista Lear no tiene nada que ver con la de Donnelley. Son dos conflictos. Pero han sido los dos utilizados para pintar un escenario de despidos generalizados que no existe.
Cada vez que hay una solicitada de los fondos buitre, aparecen declaraciones del mendocino Claudio Loser, ex directivo del FMI y uno de los arquitectos del festival del endeudamiento argentino en los ’90. Loser dice que está de acuerdo con los reclamos de los fondos buitre porque “le preocupan los argentinos de su patria chica”. Los mendocinos lo declararon persona no grata. Y ahora, después de la segunda solicitada buitre, volvió a aparecer defendiendo los argumentos usurarios. Dice que lo hace porque cree en eso. Nadie se lo podrá negar, pero Loser, igual que Robert Shapiro y Nancy Soderberg, que suelen firmar las solicitadas como las caras públicas del Grupo de Tareas para Argentina pagado por el grupo NML Elliott, son dueños en Wa-shington de consultoras sobre asuntos económicos internacionales. No son militantes, cobran por sus servicios.
Los fondos buitre nunca mostraron la menor señal para negociar en condiciones que a la Argentina le permitan pagarles sin romper la cláusula RUFO, es decir, que no rompa sus propias leyes. Pese a esa evidencia Federico Sturzenegger, otro de los responsables de la economía de demolición de los ’90, tomó los argumentos de los fondos buitre y responsabilizó al Gobierno de no querer negociar. Otros economistas del establishment financiero como José Luis Espert y Carlos Melconian salieron a defender los argumentos de NML Elliott: Argentina tiene que pagar sin hacerle caso a la cláusula RUFO; el Gobierno es el que no quiere negociar; y no importa si pagó o no, Argentina para ellos está en default y por lo tanto tiene que ser castigada por los mercados. Fue una ofensiva mediática de los economistas ortodoxos en sintonía con la ofensiva de los fondos buitre, al mismo tiempo, con los mismos argumentos y las mismas advertencias y amenazas.
Y otra coincidencia, al mismo tiempo, los mismos nombres, el mismo procedimiento, la misma denuncia. Paul Singer, el dueño de Elliott Management, que maneja el fondo NML ya consiguió que un juez distrital de Nueva York, Thomas Griesa, fallara a su favor, en contra de todos los antecedentes legales de reestructuración de deuda soberana. Ahora buscó otro juez favorable, Cam Ferenbach en el distrito de Las Vegas, y presentó una investigación realizada en Argentina por el polémico fiscal José María Campagnoli. Es una investigación que no prueba nada y que ni siquiera tiene imputados, son todas suposiciones que establecen vinculaciones supuestas entre 125 empresas, que supuestamente serían de Lázaro Báez, quien supuestamente habría lavado 65 millones de dólares, que supuestamente vendrían de la corrupción kirchnerista, que supuestamente pertenecerían en realidad a la familia Kirchner.
No hay nada comprobado en esa investigación que se originó en el Grupo Clarín y de allí la tomó Campagnoli y ahora la toma el fondo buitre. Para lo único que sirven esas disquisiciones hasta ahora es para hacer ruido mediático con fines políticos. Campagnoli ni siquiera se ha acercado a comprobar que esas empresas pertenecen a Báez. Pero en la causa contra el gobierno argentino la Justicia norteamericana no puede embargar bienes personales. Ni siquiera podría hacerlo si pertenecieran efectivamente al empresario. Tendría que demostrar que el dinero pertenece a la familia Kirchner y que proviene de la corrupción pública. Pero, además, según esa versión, los fondos ya estarían de vuelta en Argentina, o sea que a Singer no le interesa recuperar 65 millones de dólares sino debilitar y desprestigiar al gobierno argentino. Finalmente, hay coincidencia de métodos, intereses y personajes con los fondos buitre.
Lo que estaría rayano en la corrupción es que a pedido de un fondo millonario, un juez de Nevada se haga cargo de una investigación que ni siquiera tiene imputados. El juez Ferenbach sólo pidió información sobre estas empresas fantasma. No puede hacer más. No tiene ninguna importancia jurídica más que la sospechosa asociación del juez con la organización de Singer. Pero sirve para armar escándalo mediático. La versión mediática salió de Clarín, la tomó Campagnoli, volvió a Clarín, la tomó el fondo buitre y volvió a Clarín como parte de la campaña de los fondos buitre contra el gobierno argentino para lograr que rompa la reestructuración de la deuda y el país quede nuevamente atado de pies y manos.
En el resto del planeta, los fondos buitre tienen mala prensa. Como la usura, constituyen un aspecto extremo del capitalismo que está mal visto incluso por los mismos capitalistas. Si todas las empresas actuaran con la misma voracidad, el capitalismo tendría las horas contadas, se acabarían los negocios. Argentina debe ser uno de los pocos lugares del mundo donde economistas supuestamente serios hablan de “los reclamos legítimos” de los fondos buitre. Es porque los buitres ya están aquí.
Fuente texto: diario Pàgina 12
NOTISOL - Boletín semanal del Partido Solidario Nº222
Año V N°222 | Boletín semanal del Partido Solidario | 15 de Agosto 2014 |
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lunes, 11 de agosto de 2014
Los desafios de la Economia Popular - 2º Parte
Alberto Gandulfo es Coordinador General de la Comisión Nacional de Microcrédito del Ministerio de Desarrollo Social. Analiza el rol de las microfinanzas.
Por Enrique de la Calle
AGENCIA PACO URONDO: En principio, le pediría una primera visión sobre la economía popular en la Argentina, sus desafíos y demandas.
Alberto Gandulfo: La economía social, solidaria y popular (o como se la quiera llamar) ha tenido su década ganada en este tiempo, porque de los 6 millones de puestos de trabajo que se crearon, 1,2 millones fueron hacia este sector. Esto tiene que ver con lo que ha sido una política de crecimiento con inclusión pero también con una política específica hacia las organizaciones populares. Ese sector ha tenido un rol protagonismo en este proceso que empezó en 2003.
APU: En la relación entre el Ministerio de Desarrollo y las organizaciones de base. ¿Cuáles son los programas que destaca como más exitosos?
AG: Desde el plan Manos a la Obra hasta Argentina Trabaja, hemos priorizado el trabajo popular, social. No solo hablamos de programas, sino de herramientas y leyes. Por ejemplo, las líneas de subsidios y microcréditos para compra de equipos y el desarrollo de emprendimientos. La ley de microcrédito fue muy importante en ese sentido. Hoy hay 1600 organizaciones de base de todo el país que están administrando fondos públicos. Otra herramienta fue el monotributo social, que permite la inclusión social de los trabajadores, que puedan tener una obra social. Se trata de una gestión integral, que incluye a Desarrollo Social y a otros ministerios del Ejecutivo.
APU: ¿Cuáles son las problemáticas que identifican?
AG: Nos preocupa lo que tiene que ver con el fortalecimiento del consumo popular. Si algo se ha hecho en estos años tiene que ver con extender, consolidar y facilitar las posibilidades de consumo popular. La asignación universal por hijo ha sido muy importante en ese sentido. Tenemos que avanzar en la organización territorial para que ese consumo se canalice a través de los emprendimientos de la economía popular y no que termine en la lógica de la economía concentrada. Cuando hablo de consumo popular hablamos de harina, aceite, azúcar. Esto es un problema de la economía global, no solo de Argentina. Queremos lograr que los productos generados por la economía social puedan entrar dentro de la canasta que consume nuestro pueblo. En ese sentido, queremos articular con el programa Precios Cuidados. Ese es nuestro próximo desafío: cómo organizar y articular producción y consumo popular.
APU: ¿Cuántos destinatarios tienen las líneas de microcréditos del Ministerio?
AG: No inventamos nada en el Ministerio. Esta es una herramienta que ya existe. En 2005 había 50 organizaciones que se dedicaban a las microfinanzas, que trabajaban con un interés del 40 % de interés anual. Nosotros incorporamos al Estado en esa política y con tasas subsidiadas pudimos incluir a 1600 organizaciones de todo el país, que trabajan al 6 % de interés anual. Asistimos a 2500 unidades productivas. Hablamos de emprendimientos pequeños hasta una empresa como el BAUEN.
APU: ¿Ese financiamiento público ha logrado que muchos pequeños emprendimientos sean sustentables en el tiempo?
AG: Lo revolucionario del modelo que implementamos en Argentina es haber fortalecido a las organizaciones populares. No es que nos devuelven la plata a nosotros. Las organizaciones administran fondos y los prestan a otras organizaciones. Eso potencia a las organizaciones de bases. La idea es a fin de año llegar a los 500 mil microcréditos. Es una inversión total de mil millones de pesos, que está en manos de las organizaciones. Esto desata procesos organizativos en los territorios.
Fuente: http://www.agenciapacourondo.com.ar/secciones/sociedad/15143-qla-economia-popular-tuvo-su-decada-ganadaq.htmliapacourondo.com.ar/secciones/sociedad/15143-qla-economia-popular-tuvo-su-decada-ganadaq.html
Los desafios de la Economia Popular (1º parte)
Entrevista con Eduardo Nasif, delegado general de ATE-CTA de la junta interna del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires. El referente político de las cooperativas explica la lucha contra el macrismo y Greenpeace. Cartoneros con obra social, aportes jubilatorios, seguro de trabajo y vacaciones, en el camino a ser trabajadores en blanco.
Por Jorge Giordano
APU: ¿En qué marco se dan estos avances en la organización de las cooperativas de cartoneros?
Eduardo Nasif: La Ciudad de Buenos Aires tiene, respecto del tema reciclado, de las mejores normativas a nivel mundial. La legislación que había, y lo que lograron los compañeros peleando al macrismo, no existe en ningún otro lugar del mundo. En otros lugares por ahí funciona mejor en términos económicos y de recuperación del material, pero es una empresa privada que le da laburo a diez tipos con unas máquinas cibernéticas. Este nivel de recolección con inclusión social de cinco mil compañeros es una cosa “peronista”. Lamentablemente lo protagoniza el gobierno más liberal de los últimos años, pero nosotros sabemos cómo fue.
APU: ¿Cómo funciona el nuevo sistema de trabajo de los cartoneros?
EN: Si vienen todos los días a trabajar, van a cobrar 4500 pesos por mes que les paga la Ciudad de Buenos Aires. En función del material que juntaron en las campanas y de la cantidad de días que vinieron a trabajar, se divide entre la cantidad de personas y lo que se vendió. El material llega a las cooperativas, se clasifica, se separa, se prensa si tienen máquinas, y se vende. El dinero de lo que se vende se divide entre la cantidad de gente que trabajó ese material. Y en función de esa cantidad de material recuperado se les otorga un plus de dinero. Van a trabajar cuatro horas por día, sin tener que tirar un carro, con obra social, seguro de accidentes personales, aporte jubilatorio mediante monotributo social y, en las cooperativas con las que trabajamos, 15 días de vacaciones.
APU: ¿Cuántos cartoneros trabajan con el sistema de campanas y cómo viene funcionando?
EN: Ya hay alrededor de mil compañeros. La experiencia es increíble, tenemos un nivel de inserción en el territorio tremendo: un compañero de la cooperativa cada cuatro cuadras. No sos parte del barrio, sos el barrio. Como todavía convive con el sistema de carros no estamos teniendo tanto material, porque sacarle el material a los compañeros que todavía no están beneficiados por este proyecto no está bien. Es un desafío tremendo. La idea es que en el transcurso de este año el grueso de los cartoneros cooperativizados esté dentro del programa.
APU: ¿Cómo surge esta nueva modalidad de trabajo?
EN: Veníamos en una disputa muy fuerte con el GCBA que venía avanzando con poner contenedores. Para recuperar material, los cartoneros se tenían que tirar adentro. Greenpeace toda la vida hizo lobby por los contenedores, que tienen sus intereses atrás. Nunca les interesaron los cartoneros. Y Greenpeace venía presionando al macrismo, muy fácilmente presionable con campañas mediáticas. Del otro lado, desde el frente de cooperativas, empezamos a dar la disputa. El contenedor mata cartoneros, decíamos.
Entonces nos juntamos todas las cooperativas, durante 2012 y 2013, e hicimos una movilización muy fuerte al ministerio. Se obligó a armar una negociación en la cual el gobierno decía “el contenedor llegó para quedarse”. Nosotros le decíamos: “El cartonero estaba y va a seguir estando”. Se avanzó hacia algo que el cartonero pueda usar: la campana. El nuevo sistema es fruto de dos modelos distintos de reciclado: uno con inclusión social, otro de tecnificación y meter maquinaria. Nosotros tenemos la necesidad de darle laburo a miles de personas. La campana es también un símbolo.
APU: ¿Cómo es su vínculo con la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular?
EN: La CTEP es una parte de compañeros del mismo sector con los cuales crecimos, que están haciendo su experiencia apostando al vínculo con la CGT. Nosotros estuvimos enrolados en un principio en la CTA, que hoy está atravesando situaciones en extremo complejas que no hacen tan fácil que uno se pueda recostar en ese paraguas fenomenal que fue en los ‘90. Por supuesto que son cercanos y compañeros, y los vemos como tales y hacemos cosas juntos. El campo popular es en extremo amplio y tratamos de no tener sectarismos que nos priven de estar hombro con hombro con un compañero. Quizás vemos distintos caminos, pero cuando viene Greenpeace a pedir contenedores, estamos todos juntos en la puerta del Ministerio.
APU: ¿Cuál es el horizonte al que aspiran las cooperativas?
EN: Las cooperativas con las que trabajamos tienen un eje en la inclusión social: tanto Madreselvas como Cartonera del Sur tienen un espacio complementario para proteger a los niños. A veces decimos que donde se queda corto el Estado, aparece la cooperativa. No quedó todo en hacer una quintita para que estén bien diez o veinte compañeros. La cooperativa se abre a la comunidad.
El gran objetivo es constituir una empresa pública, o muchas empresas mixtas. Si bien están mucho mejor y conquistaron derechos, lo único que garantiza que mañana nos levantamos y esto sigue estando es la lucha de los compañeros. No es un trabajo en blanco. Todos los días nos levantamos y miramos para afuera a ver si están las campanas. Llegar a un universo donde sea una empresa, estás en blanco, con aguinaldo y antigüedad, es el horizonte.
Fuente: http://www.agenciapacourondo.com.ar/secciones/sociedad/15153-donde-se-queda-corto-el-estado-aparecen-las-cooperativas.html
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