lunes, 11 de agosto de 2014

Los desafios de la Economia Popular (1º parte)

Entrevista con Eduardo Nasif, delegado general de ATE-CTA de la junta interna del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires. El referente político de las cooperativas explica la lucha contra el macrismo y Greenpeace. Cartoneros con obra social, aportes jubilatorios, seguro de trabajo y vacaciones, en el camino a ser trabajadores en blanco.
http://www.lacomuna12.com.ar/antes09/imagenes/cartoneros%20trabajando
Por Jorge Giordano
APU: ¿En qué marco se dan estos avances en la organización de las cooperativas de cartoneros?
Eduardo Nasif: La Ciudad de Buenos Aires tiene, respecto del tema reciclado, de las mejores normativas a nivel mundial. La legislación que había, y lo que lograron los compañeros peleando al macrismo, no existe en ningún otro lugar del mundo. En otros lugares por ahí funciona mejor en términos económicos y de recuperación del material, pero es una empresa privada que le da laburo a diez tipos con unas máquinas cibernéticas. Este nivel de recolección con inclusión social de cinco mil compañeros es una cosa “peronista”. Lamentablemente lo protagoniza el gobierno más liberal de los últimos años, pero nosotros sabemos cómo fue.
APU: ¿Cómo funciona el nuevo sistema de trabajo de los cartoneros?
EN: Si vienen todos los días a trabajar, van a cobrar 4500 pesos por mes que les paga la Ciudad de Buenos Aires. En función del material que juntaron en las campanas y de la cantidad de días que vinieron a trabajar, se divide entre la cantidad de personas y lo que se vendió. El material llega a las cooperativas, se clasifica, se separa, se prensa si tienen máquinas, y se vende. El dinero de lo que se vende se divide entre la cantidad de gente que trabajó ese material. Y en función de esa cantidad de material recuperado se les otorga un plus de dinero. Van a trabajar cuatro horas por día, sin tener que tirar un carro, con obra social, seguro de accidentes personales, aporte jubilatorio mediante monotributo social y, en las cooperativas con las que trabajamos, 15 días de vacaciones.
APU: ¿Cuántos cartoneros trabajan con el sistema de campanas y cómo viene funcionando?
EN: Ya hay alrededor de mil compañeros. La experiencia es increíble, tenemos un nivel de inserción en el territorio tremendo: un compañero de la cooperativa cada cuatro cuadras. No sos parte del barrio, sos el barrio. Como todavía convive con el sistema de carros no estamos teniendo tanto material, porque sacarle el material a los compañeros que todavía no están beneficiados por este proyecto no está bien. Es un desafío tremendo. La idea es que en el transcurso de este año el grueso de los cartoneros cooperativizados esté dentro del programa.
APU: ¿Cómo surge esta nueva modalidad de trabajo?
EN: Veníamos en una disputa muy fuerte con el GCBA que venía avanzando con poner contenedores. Para recuperar material, los cartoneros se tenían que tirar adentro. Greenpeace toda la vida hizo lobby por los contenedores, que tienen sus intereses atrás. Nunca les interesaron los cartoneros. Y Greenpeace venía presionando al macrismo, muy fácilmente presionable con campañas mediáticas. Del otro lado, desde el frente de cooperativas, empezamos a dar la disputa. El contenedor mata cartoneros, decíamos.
Entonces nos juntamos todas las cooperativas, durante 2012 y 2013, e hicimos una movilización muy fuerte al ministerio. Se obligó a armar una negociación en la cual el gobierno decía “el contenedor llegó para quedarse”. Nosotros le decíamos: “El cartonero estaba y va a seguir estando”. Se avanzó hacia algo que el cartonero pueda usar: la campana. El nuevo sistema es fruto de dos modelos distintos de reciclado: uno con inclusión social, otro de tecnificación y meter maquinaria. Nosotros tenemos la necesidad de darle laburo a miles de personas. La campana es también un símbolo.
APU: ¿Cómo es su vínculo con la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular?
EN: La CTEP es una parte de compañeros del mismo sector con los cuales crecimos, que están haciendo su experiencia apostando al vínculo con la CGT. Nosotros estuvimos enrolados en un principio en la CTA, que hoy está atravesando situaciones en extremo complejas que no hacen tan fácil que uno se pueda recostar en ese paraguas fenomenal que fue en los ‘90. Por supuesto que son cercanos y compañeros, y los vemos como tales y hacemos cosas juntos. El campo popular es en extremo amplio y tratamos de no tener sectarismos que nos priven de estar hombro con hombro con un compañero. Quizás vemos distintos caminos, pero cuando viene Greenpeace a pedir contenedores, estamos todos juntos en la puerta del Ministerio.
APU: ¿Cuál es el horizonte al que aspiran las cooperativas?
EN: Las cooperativas con las que trabajamos tienen un eje en la inclusión social: tanto Madreselvas como Cartonera del Sur tienen un espacio complementario para proteger a los niños. A veces decimos que donde se queda corto el Estado, aparece la cooperativa. No quedó todo en hacer una quintita para que estén bien diez o veinte compañeros. La cooperativa se abre a la comunidad.
El gran objetivo es constituir una empresa pública, o muchas empresas mixtas. Si bien están mucho mejor y conquistaron derechos, lo único que garantiza que mañana nos levantamos y esto sigue estando es la lucha de los compañeros. No es un trabajo en blanco. Todos los días nos levantamos y miramos para afuera a ver si están las campanas. Llegar a un universo donde sea una empresa, estás en blanco, con aguinaldo y antigüedad, es el horizonte.
Fuente: http://www.agenciapacourondo.com.ar/secciones/sociedad/15153-donde-se-queda-corto-el-estado-aparecen-las-cooperativas.html

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